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Cultura cubana. Siglos XV-XIX
El proceso de conformación de la cultura cubana no es el resultado de lo que generalmente conocemos que ocurre dentro del modelo del tránsito lineal: gens – tribu – pueblo - nación. Como bien definió don Fernando Ortiz a la cultura cubana: Cuba es un ajiaco. Es el resultado de la confluencia de múltiples culturas, en diferentes estadios de desarrollo, que van a estar interactuando entre sí y presentes desde el mismo inicio del poblamiento de la Isla. ¿Qué es si no el (des)encuentro que todos conocemos como conquista y colonización? ¿Qué es la transculturación obligada de africanos, ellos mismos de diferentes etnias y culturas?

La cultura cubana, por tanto, constituye un sistema específico, con características nuevas, distinguibles de los antecedentes étnicos que la forman.

Es precisamente todo esto y a veces factores importantes, que sistemáticamente se olvidan o fragmentan en el estudio de nuestra cultura, los que nos impulsan a intentar, como un primer paso, un acercamiento a la cultura cubana colonial, por considerar que sin este estudio volveríamos a errar al tratar de entender cómo somos y por qué somos de determinada manera, qué nos distingue dentro del valioso conglomerado cultural de nuestro entorno latinoamericano y caribeño.

Cultura cubana. Siglos XV-XIX
El proceso de conformación de la cultura cubana no es el resultado de lo que generalmente conocemos que ocurre dentro del modelo del tránsito lineal: gens – tribu – pueblo - nación. Como bien definió don Fernando Ortiz a la cultura cubana: Cuba es un ajiaco. Es el resultado de la confluencia de múltiples culturas, en diferentes estadios de desarrollo, que van a estar interactuando entre sí y presentes desde el mismo inicio del poblamiento de la Isla. ¿Qué es si no el (des)encuentro que todos conocemos como conquista y colonización? ¿Qué es la transculturación obligada de africanos, ellos mismos de diferentes etnias y culturas?

La cultura cubana, por tanto, constituye un sistema específico, con características nuevas, distinguibles de los antecedentes étnicos que la forman.

Es precisamente todo esto y a veces factores importantes, que sistemáticamente se olvidan o fragmentan en el estudio de nuestra cultura, los que nos impulsan a intentar, como un primer paso, un acercamiento a la cultura cubana colonial, por considerar que sin este estudio volveríamos a errar al tratar de entender cómo somos y por qué somos de determinada manera, qué nos distingue dentro del valioso conglomerado cultural de nuestro entorno latinoamericano y caribeño.